Como cada sábado estuve escuchando el programa "LA
SEMANA". Antes de ir al tema que mas me interesa te diré que valoro
muchísimo la permanente función de docente de alma del querido Profesor Mazó.
Me agradó mucho su comentario refiriéndose a la manera en que debían encarar
sus tareas oficiales nuestros diputados regionales.
El tema que me animó a ponerme en contacto contigo, fue otro
comentario del Profesor. Refiriéndose a los caminos expresó "los
empedrados no sirven para nada", y la verdad es que eso no es así.
Te envío una pequeña publicación auspiciada por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). Consiste en una muy pequeña y
reducida guía destinada al mantenimiento de pavimentos tipo empedrados ubicados
en zonas rurales. Si bien contiene algunos datos y condiciones técnicas que
deben ser observados y respetados en su construcción y mantenimiento (que
cuando lo leas podrás obviarlos), la intención al poner a tu consideración es
mostrarte que este tipo de pavimento es posible y que dentro de ciertos
márgenes establecidos por el tipo de materiales empleados y las condiciones y
calidad cumplimentadas durante su ejecución puede ser una gran solución para
caminos rurales.
Es muy probable que te estés preguntando, entonces...¿por
qué no funciona?, porque además está a la vista, podemos ver el lamentable
estado en que se encuentra nuestra ruta empedrada y también escuchamos las
quejas de quienes no tienen más remedio que transitar sobre ella. Esta es la
verdad, pero una verdad solo a medias. Lo primero que debo decirte, es que este
tipo de pavimentos es muy poco apropiado para nuestra región, por el tipo de
suelo y la excesiva húmedad proveniente de nuestros humedales. El agua, ya sea
en estado líquido (aguas de escurrimiento superficial o subterráneo, originadas
por precipitaciones) o manifestada en forma de húmedad ambiente o por la permanente
oscilación de las napas freáticas, es la principal "enemiga" de las
construcciones y el obstáculo a eludir durante los procesos de construcción y
mantenimiento de las obras. Lo segundo es lo que lenta y lamentablemente va
constituyendose en una característica nuestra (de paraguayo), de no valorar ni
respetar lo público, de robar lo público.
La publicación muestra una foto en la que es posible
apreciar el estado de un empedrado por estar mal construida la subrasante. La
subrasante es la "base", en la que se asentarán las piedras. Se
muestra un empedrado hundido, lleno de agua y barro. Es lo que pasa aquí en
nuestra región, incluso con nuestras calles adoquinadas, es el caso de la calle
que lleva a Valle Apuá, el pavimento recién construido y reparado ya empieza a
hundirse. Seguramente en muy breve tiempo, ya volveremos a escuchar los
reclamos y los plagueos de doña Teresa López.
Bueno, mi apreciado amigo, era esto lo que deseaba
señalarte. Gracias por tu tiempo. Saludos cordiales.
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