PILAR,-ÑEEMBUCÚ, FEBRERO DE 1977- PUBLICACIÖN en el
periódico pilarense
SURGENTE – AÑO 1977 - DIRECTOR:
Padre Federico Schiavon. Jefe de Redacción: Carlos Alberto Mazó Miers. Dirección
y Administración: 14 de Mayo 712. Pilar, Paraguay.
EL ALMIRANTE ROJAS CONTRA EL MARISCAL LÓPEZ.
En el diario
Porteño LA NACION del viernes 21 de enero pasado apareció un suelto que
transcribe párrafos de una carta del Almirante retirado Isaac Rojas, ex
Vice-Presidente argentino del gobierno del General Aramburu del país hermano.
En ella expresa su indignación porque
una calle de Buenos Aires lleva el nombre del _Mariscal Francisco Snolano
López.
Dice
en su carta el Sr. Rojas: “La
historia de un pasado común, la estrecha amistad, más aún, la fraternidad y los
vínculos de todo orden que nos ligan al Paraguay, sin contar los legítimos
intereses comunes que benefician a ambos pueblos, y un destino que nos debe
encontrar siempre unidos, no autorizan, sin embargo, a que la Republica
Argentina decline de dignidad y empeñe su propio honor, olvidando los inmensos
sacrificios que tuvo que rendir en el siglo anterior a costa de la sangre, de
los sufrimiento indecibles de la vida de miles y miles de sus hijos, de su
adelanto general, para defender, contestar y castigar los aleves y crueles
ataques llevados en contra de sus desprevenidos buques de guerra, asaltados y
muertos sus tripulantes, de la Provincia de Corrientes, invadida y saqueada, su población torturada,
diezmada y arreada en sufrientes columnas hasta el territorio guaraní. Todo
ello ordenado por el tirano paraguayo mariscal Francisco Solano López, culpable
por lo tanto de aquellos actos de feroz maldad e insidia incalificables que
dieron lugar a la Guerra del Paraguay, en las que nuestras armas se cubrieron
de gloria. ”
Llama
la atención la declaración del Almirante Rojas, en que injuria la memoria de un
–héroe, como el Mariscal López, cuyo valor y sacrificio en aras de la causa de
América, han trascendido hace mucho tiempo las páginas de la historia
paraguaya, para pasar a ser un paradigma de heroísmo y valor en la historia de
los pueblos del mundo. Es lastimosa la situación del Sr. Almirante Rojas,
porque vertiendo expresiones sin fundamento y con una irresponsabilidad que no
cabe en un marino de tan alta graduación, tuerce la verdad histórica pintando
al Mariscal López como un tirano de feroz maldad, culpable de la guerra que
nosotros llamamos de la TRIPLE ALIANZA y
que tal vez por problemas de conciencia la denominan en Argentina “la Guerra
del Paraguay”. No queremos creer que un hombre de su jerarquía penetre en el
terreno tan resbaladizo de la irresponsabilidad y exhiba públicamente la
pobreza espiritual de quien enceguecido por el viejo odio de la oligarquía,
ante la grandeza del Mariscal López, vomita las diatribas dignas de publicación
de baja raiea. Cómo se podría hablar de amistad y fraternidad, cuando se
comienza por insultar, calumniar y ofender los fueros más íntimos del pueblo
Paraguayo.
Ya
en el fragor de la misma lucha injusta en que fuera llevado el Paraguay, para
satisfacer apetitos e intereses de la oligarquía extranjera que dominaba la
Argentina y cuyo agente fuera el propio Mitre, Presidente Argentino, y en la
que intervino también la ambición de una familia de la enferma y declinante
nobleza europea, que pretendió hacer de América su imperio de esclavos y en cuyos
planes entraba la propia Argentina, como se demostró tan claramente después, se
alzaron las voces de ilustres tribunos, la mayoría argentinos, que dijeron la
verdad y que no pudieron ser callados nunca y cuyas palabras son el estigma que
jamás podrá ser borrado del rostro cobarde, criminal y vergonzante de la Triple
Alianza. Nosotros vamos a transcribir juicios y argumentos de algunos compatriotas
del Sr. Almirante Rojas. Ellos habrán de contestarle desde las profundidades de
los tiempos, defendiendo la causa paraguaya y desnudarán los bajos objetivos de
la más nefasta y criminal alianza que pudo realizarse en contra de un pueblo,
que desde el inicio mismo, no alentó ni permitió jamás la entronización de
bajas y mezquinas fuerzas oligárquicas en su territorio y prefirió el
ostracismo con el Dr. Francia, la resistencia vigorosa con Don Carlos y la
Guerra sin claudicaciones, hasta el martirio en Cerro Corá, con el Mariscal
López.
José
Mármol ex-Embajador argentino en Río de Janeiro expresó: “La Guerra fue consecuencia
de la Alianza y no al revés. Como embajador argentino en Río de Janeiro me
consta, que si bien el tratado lleva fecha de 1º de Mayo de 1865, comenzó de
las hostilidades, el entendimiento entre el Gobierno Argentino y brasileño data
de 1864”.
José
María Rosa, historiador argentino, en su libro (LA GUERRA DE PARAGUAY Y LAS
MONTONERAS ARGENTINAS), página 159 y siguientes expresa: “Los brasileños no
confesaron jamás o no quisieron confesar, la mano oculta que les trajo la
alianza de la Argentina, les abrió la trampa de la invasión de la Republica
Oriental y les acarreó, en consecuencia, desastrosa guerra con Paraguay.
Treinta años después, el diplomático brasileño Saravia confesaba que la alianza
con la Argentina concertada en el campamento de Flores, en las Puntas del
Rosario el 18 de Junio de 1864, fue el hecho que movió a Brasil a invadir la
Republica Oriental y acarreó la reacción de Paraguay. En cambio, los argentinos
no pudieron explicar nunca por qué fueron a la guerra. En 1869 polemizaron en la
prensa de Buenos Aires, Mitre, el oriental Juan Carlos Gómez, Mármol, Mariano
Varela, Elizalde, Héctor Varela…Nadie se entiende ni hace falta. NADIE SUPO COMO EMPEZO LA GUERRA DEL
PARAGUAY, NI PORQUE SE HIZO LA TRIPLE ALIANZA CON BRASIL Y FLORES. Los títeres
no saben que representan movidos por hilos ocultos”. El titiritero era Mr.
Thornton diplomático inglés.
Pero
sigamos leyendo a Rosa: “El Paraguay de López era un escándalo en América. UN PAÍS BASTANDOSE A SI MISMO QUE NADA
TRAIA DE INGLATERRA, DEBERIA NECESARIA Y URGENTEMENTE PONERSE A LA ALTURA DE LA
ARGENTINA DE MITRE”. Es decir descender a la bajeza del mitrismo y sus
entregadores.
David
Peña, abogado, periodista, historiador y político argentino expresó: “Para
detener con eficacia las rebeliones y protestas que se desbordan desde Buenos
Aires hasta Jujuy contra la Guerra del Paraguay, fue menester gobernar la
Republica bajo en férreo estado de sitio. EN
EL MISMO TERRENO DE LA GUERRA ESTALLABA LA REBELION. La mayor parte de los
contingentes se sublevaron. Y CUANDO
DESPUES DE MUCHO TIEMPO DE MANTENERLO OCULTO, SE PUBNLICO POR FUERZA EL TRATADO DE LA TRIPLE
ALIANZA, UN SENTIMIENTO UNANIME DE PROTESTA CALIFICO DE INICUO EL DOCUMENTO,
EXPRESION QUE FUE REPETIDA EN EL CONGRESO MISMO”. (Atlántida Revista de
Ciencias, Letras, Artes, Historia Americana y Administración. Tomo IV- página
161- Año 1911).
Juan
Bautista Alberdi, Ilustre ciudadano argentino, en carta dirigida a Gregorio
Benítez, el 18 de Setiembre de 1867, cuyo original obra en el Museo Histórico
Nacional Argentino bajo el Nº 2278 dice: “ES
PROFUNDO EL RIDICULO EN QUE SE HALLA COLOCADO MITRE. TODO SU EJERCITO OCUPADO
EN SOMETER AL PUEBLO ARGENTINO, QUE NO QUIERE LA GUERRA CONTRA EL PARAGUAY, Y
EL GENERAL SOLO Y SIN SOLDADOS CONVECIDOS DE LA RAZÓN DE LA GUERRA Y NOS
DISPUESTOS AL SERVICIO DE UN EJERCITO EXTRANJERO”.
Miente
groseramente el Almirante Rojas al decir: “aleves y crueles ataque llevados en
contra de sus desprevenidos buques de guerra, asaltados y muertos sus
tripulantes, de la Provincia de Corrientes invadida y saqueada, de su población
torturada, diezmada y arreada en sufrientes columnas hasta el territorio
guaraní”.
Así
lo demuestra el historiador argentino Rosa, en el libro citado, página 221: “Los
paraguayos no fueron recibidos en Corrientes como invasores. El Gral. Robles
ocupo Corrientes sin encontrar resistencia alguna este mantuvo la disciplina de
sus tropas y advirtió a la población que la guerra era contra Mitre, auxiliar
de los brasileros, y no contra el pueblo argentino”
Con
respecto a los barcos asaltados y muertos sus tripulantes, veamos que dice Rosa
en las páginas 212 y siguiente de su libro: “Había en el puerto de Corrientes
un pequeño buque de guerra en reparaciones, el Gualeguay, en estado tan
rematadamente deplorable que se había destinado a transporte de caballos, no tenía
cañones y en ese momento no se encontraba en condiciones de navegar. Nadie se
extrañó que el Gobierno lo dejase amarrado a la barranca, pues no podía tentar
la codicia paraguaya; pero en cambio los argentinos se asombraron que, no
obstante, la inminente invasión, otro buque de guerra, el 25 de mayo, anclara
en el puerto, pues por su escasa combatividad (era un buquecillo mercante
armado de guerra) no podía defender Corrientes. Ambos buques fueron apresados
por cinco navíos de guerra paraguayos, el 13 de Abril. NO HUBO LUCHA”.
Preguntamos, ¿Quién
fue el tirano? El Mariscal López que defendió la causa americana, seguido por
su pueblo hasta el fin, o los agentes del imperialismo que “arreaban”, para
usar el mismo término del Almirante Rojas, a sus compatriotas a una guerra que
la sabían injusta.
Leamos
a Rosa, compatriota del Almirante, en la página 255 y siguientes de su libro:
“…fueron los contingentes de “voluntarios” que se sublevaban apenas les sacaban
las maneas, o se sentían libres de los encargados de custodiarlos hasta la
frontera…”.
CUANTO TIENE QUE APRENDER EL SEÑOR
ALMIRANTE ROJAS DE LA HIDALGUIA PARAGUAYA, QUE ASILO A SU RECLACITRANTE
ADVERSARIO, CASI ESTAMOS TENTADOS DE ESCRIBIR ENEMIGO, DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO,
LO AYUDO A MORIR, SUAVIZANDO CON EL PERDON EL ENORME CARGO DE SU SUCIA
CONCIENCIA Y DIO EL NOMBRE DE SARMIENTO A UNAS DE LAS CALLES DE ASUNCION…!
Quisiéramos
creer que el Sr. Rojas ignora los hechos históricos de su propia país, por eso
nos vemos en la obligación de seguir transcribiendo a su compatriota José María
Rosa, que en la página 70 del libro ya citado, con respecto a la intervención
de Francisco Solana López el 11 de Noviembre de 1859, para poner fin a la
sangrienta guerra entre argentinos (La Confederación y el Gobierno de Buenos
Aires, cuyos jefes eran Urquiza y Mitre respectivamente) expresa: “EL PACTO DE UNION NACIONAL GESTIONADO POR
SOLANO LÓPEZ SALVABA A BUENOS AIRES.
Entre grandes
festejos, el joven general fue agasajado por provincianos y porteños; BUENOS AIRES LE OBSEQUIO UN ALBUN DE HONOR
Y LO DECLARO BENEMERITO; Urquiza en su proclama del 11 de noviembre decía: “Ya
no hay unitarios ni federales: hermanos todos…gracias a los esfuerzos por la
paz del ilustre Mediador del Paraguay. A él se le debe en gran parte el fausto
resultado. Ninguna demostración de gratitud será demasiado para honrar su
amistad. LA REPUBLICA ARGENTINA LE DEBE
UNA MUESTRA DE APRECIO; LA CIUDAD DE BUENOS AIRES LE DEBE UNA PALMA”. Y el
Almirante Rojas se indigna porque parte de una calle de Buenos Aires lleva el
nombre de quien la salvó, FRANCISCO
SOLANO LÓPEZ, cuando ya Urquiza estaba en sus puertas y había ordenado
ocuparla a sangre y fuego…!
A
fin de cuentas, nosotros los paraguayos no necesitamos que el nombre de nuestro
héroe esté escrito en chapa en una calle de Buenos Aires… hace mucho tiempo que
el nombre del Mariscal, brilla con matices de oro, sangre, sacrificios,
heroísmo y virilidad en los cielos de América…!
Así
lo reconoció el General Juan Manuel de Rosas, figura histórica argentina, en
carta que le escribiera a su amigo José María Roxas y Patrón el 17 de Febrero
de 1869: “Su Excelencia el General José de San Martín me honró con la siguiente
manda: “La espada que me acompaño durante la guerra de la Independencia será entregada
al General Rosas por la firmeza y sabiduría que ha sostenido los derechos de la
Patria…”. Y YO JUAN MANUEL DE
ROSAS, a su ejemplo, dispongo que mi
albacea entregue a S.E. el señor Mariscal Presidente de la República del
Paraguay y generalísimo de sus ejércitos la espada diplomática y militar que me
acompañó durante me fue posible sostener esos derechos, por la firmeza y
sabiduría con que ha sostenido y sigue sosteniendo los derechos de su Patria…”.
(Archivo General de la Nación- Buenos Aires).
Sobran
las palabras. Estos testimonios son elocuentes. El saqueo de ciudades
paraguayas, el asalto a los bienes y patrimonio de los habitantes de Asunción,
la usurpación Argentina del Chaco Paraguayo salvado por el fallo del Presidente
norteamericano Hayes, EL REPARTO DE TIERRAS GUARANIES, vil
despojo de la, “victoria y gloria aliada”, sobre el pueblo que sucumbió sin
rendirse, son capítulos dolorosos de una historia triste, que deberían
servirnos a todos los habitantes de América para estrechar vínculos fraternales
de amor y cooperación, respetando nuestros fueros íntimos y sobre todo
reconociendo los valores nacionales de cada uno de nuestros países.
Carlos Alberto Mazó Miers
Nota : El extinto Dr. Guillermo
González Thomás, vecino de Pilar me facilitó el ejemplar de LA NACION de Buenos
Aires y me conminó a contestar la publicación. El se encargó de hacer llegar al
diario porteño, a Casa Paraguaya de
Residentes en Buenos Aires y a la Biblioteca Nacional de Buenos Aires,
ejemplares de EL SUR.
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