En “la gran Asunción
(sic) ya se observa, en forma profusa, un despliegue inusitado de propaganda
electoral. Las internas, todavía lejanas en el tiempo para el concepto de la
ley, que establece los plazos para la propaganda política, para la promoción de pre-candidatos, para la
oferta de posibles intendentes y concejales municipales, ya se puso en marcha. Murallas, pasacalles, tarjetitas y “otros chirimbolos” comienzan a circular. Y
como es de esperar, en muchos municipios repercute esta movida.
Denuncias en contra
de Intendentes por “compositores” de otros caballos, en algunos casos “burros”,
denuncias y cuestionamientos, digo, no importa que sea su correligionario. Y
buscan y encuentran algunos concejales, los que a cambio de la promesa del
“recutú”, léase reelección, buscan “la quinta pata al gato”, como decía un inefable senador, a las gestiones del actual
intendente, que hasta ayer, según el “revolucionario” concejal decía, hasta con
razón, que era uno de los mejores intendentes de los últimos tiempos .
Las reuniones
prudentes, nos parece, que está bien que se hagan. Que los líderes y referentes
populares del partido escuchen a quienes se ofrecen “a pedido de los amigos, no
me puedo negar”… (¡!) Lo malo es que los comunicadores de toda clase de medios,
hasta los “perifoneadores” son avisados “para que informen” y son pagados
todos, de alguna manera, ya que hasta los famosos tienen su precio, con los
reclamos publicitarios, sin importar que el producto sea alcohol o tabaco,
o algún candidato delincuente, con tal
que produzca ganancia. Y a nivel de pueblo, especulador, en algunos casos y muy
necesitado en otros, son esperadas con ansiedad, las reuniones parciales, en los que se ofrece
choripán, cachaca y cervecita, sin otras exigencias. De manera que , importa poco la ley que
establece normativas para las elecciones internas, a fin de evitar, me parece
el “canibalismo” político y una hemorragia grave que debilita a los partidos,
que en vez de salir fortalecidos y unidos después de las internas, el resultado
es negativo. Es evidente que sin cultura y educación cívica, es imposible ser
beneficiado, con los ejercicios políticos, como las internas partidarias, que
deben ser una fiesta de civismo y fraternidad, unidos por los ideales, la
historia y los grandes y patriotas luchadores, que existen en todos los partidos
y a los que hay que honrar.
Lastimosamente,
comenzó el “ritual” canibalesco de los antropófagos (léase políticos) . Deseo
de todo corazón, que en ninguna interna de Pilar y el Ñeembucú se repitan las
internas en las que, sin nervios ni descalificaciones, se disputen los cargos,
festejen los correligionarios y simpatizantes, y lleguen unidos y fraternos en
las generales.
Y a propósito de
generales, disculpen mi torpeza de haber generalizado al referirme a los
políticos. Hay excepciones, en todos los casos, pero necesitamos que tengan
mayor protagonismo y sobresalgan, o mejor, salgan de la podredumbre, que bien
sabemos es contagiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario