Un año más llega a su fin. Quedan atrás los recuerdo una
sucesión de hechos, porque el año que pasa no es simplemente una cifra que se
acumula, es una historia: breve o lagar, buena o mala; pero es historia. Hechos
sorprendentes de nuestro mundo que avanza con tecnología a la que hay que
ponerle el alma para cubrirla de sentimientos humanos y a la utilización
correcta. Esta tecnología que debe estar al servicio de la humanidad y no crear lo contrario: humanidad al servicio
de la tecnocracia.
Nobles acontecimientos han abonado la fortaleza de nuestra
fe en la bondad de los hombres. Esfuerzos auténticos por el logro de la paz.
Trabajos nobles en procura de encausar el mundo por los caminos del respeto
armonioso y la fraternidad. Lucha constante y porfiada por vencer el dolor, las
enfermedades y corregir la humana imperfección.
Pero también
se han sucedido hechos que llevan el signo negativo: Luchas
fratricidas…eliminación violenta de servidores de la comunidad : policías,
comunicadores, líderes sociales; marginación de intelectuales que honran con su
capacidad y talento a la sociedad, secuestros y una subversión generalizada
contra las leyes, disposiciones y todo ordenamiento de las actividades, que
busque armonizar las actividades, producto y consecuencia de la mediocridad,
que tiene mejores posibilidades en una ambiente anárquico y de gran crispación
, con grupos de desposeídos que llaman la atención, creando caos en las calles
y atropellando el derecho de terceros, impidiendo la libre circulación. Y que
permite la mimetización de delincuentes que aprovechan el caos para robar,
romper e incendiar bienes. La policía europea o de países americanos, con
prédicas de respeto a los derechos humanos, se ven obligados de responder a la violencia con violencia, reprimiendo
también a personas pacíficas o que quieren pacificar.
Y en los países de Asia, de África, enfrentamientos criminales entre hermanos de
raza, bombardeos inmisericorde de población civil, guerras horribles que dejan
niños huérfanos, víctimas inocentes que derraman tristeza por los ojos.
Pueblos originarios, expulsados de sus tierras, por la
codicia de quienes enajenan miles de hectáreas para sus cultivos intensivos,
depredando bosques y toda la vida, con la utilización de los agros tóxicos.
Producción para uso como combustible como de uranio, cuyo
proceso envenena y mata con los residuos, todo el entorno natural; dando vida
al funcionamiento de generadores de electricidad, erigiendo centrales
nucleares, con antecedentes de muerte y destrucción en varias partes del mundo.
El Bien y el Mal, en su lucha, en su milenaria lucha, han
dejado huellas de luz y tinieblas sobre el año que pasará a ser historia. Quien
vencerá al fin? La incertidumbre sigue clavando su duro interrogante sobre el
porvenir.
En nuestro medio las fuerzas de la naturaleza con inundación
y anegamiento de miles de viviendas y campos de pequeños cultivos y de grandes
extensiones donde se produce centenares de miles de cabezas de ganados de todas
las especies, golpeó fuertemente al Ñeembucú. Este fenómeno que se repite
cíclicamente desde siempre, encontraba a los pilarenses y a los pueblos del
Ñeembucú fuertemente unidos por lazos fraternos. Los registros documentados de
la historia así lo registran.
Lamentablemente, en este
año que se va, el fenómeno provocó la fragmentación del sentimiento de
solidaria fraternidad ante el infortunio. Asistencialismo exagerado,
clientelismo, prebendarismo canibalesco y absurda competencia en los logros y
distribución de ayuda de organismos estatales y asociaciones privadas.
Especulación de personas afectadas o no , pero con la verdad de la pobreza
digna, con reclamos absurdos, perdiendo esa dignidad, haciendo público reclamos
desmedidos y acusaciones muy fuertes evidenciando una puja política que ,
infelizmente, arrastró a muchos en la vorágine, exhibiendo heridas no cerradas
de internas políticas, de todos los colores y partidos y avivando recuerdos
desagradables de las últimas elecciones, convirtiendo a gran parte del pueblo,
otrora orgulloso de su historia, en un rebaño de mendigos. Pecado que Dios, la
Patria y la Historia no habrá de perdonar a los responsables.
Muchísimas obras de infraestructura, municipales y
departamentales, éxitos en la educación, expansión del deporte, juventud sana,
honestidad en el pueblo, cordialidad y la intención de fomentar el turismo y la
promoción de nuestros valores culturales ,hace que esperemos que todo ese
movimiento se expanda a otros campos y se evidencie otras actividades artística
y educacionales. Se está en el camino, lento pero en avance. Hay progreso
material. Hay que reforzar el aspecto cultural. Los pilarense en particular y
los Ñeembuquense en general deben involucrarse. Esperar sentados la asistencia,
no es propio de nuestra cultura.
Tras el somero, incompleto balance de hechos positivos y
negativos surge el saldo de la esperanza que acompaña a cada año que con el
tiempo asoma a la historia, que pone una razón para seguir creyendo y no
esperando, simplemente, que caiga el maná del cielo, sino para aportar la cuota
de sacrificios en favor de los grandes ideales de la humanidad: Democracia,
Libertad con Justicia y Pan, con Líderes respetuosos de los derechos humanos y
Gobierno respetado, por la acción equilibrada de los tres Poderes, constituidos
por patriotas capaces, sin abismos pintados de rojo , de amarillo, verde,
azul, o de lo que fueren, que separan,
y en donde se estrella el crédito que les otorgó el pueblo para que los
represente con patriotismo y vocación de servicio. Sin el libertinaje galopante
que infecta los medios de comunicación, incluidas las redes, donde la
irresponsabilidad, peor que una pandemia destroza honor, trayectoria, capacidad
y hasta atenta contra la unidad de las familias.
Con la aurora del nuevo año nos embarcaremos, en otra etapa,
en nuestro empeñoso transitar por la vida enseñando por todos los medios, con
la palabra y cuidando de hacerlo también con la conducta. Como aprendimos en 8
años de estudios y de práctica de la ciencia y arte de enseñar, en la otrora Escuela Normal de Maestros y
Profesores. Esa es nuestra profesión,
que no la abandonaremos hasta el fin. Menos aún, cuando, por el largo tiempo
vivido, tenemos un cúmulo de conocimientos, que nuestra condición de educador nos obliga a transmitir a las
nuevas generaciones, que de eso se trata, cuando hablamos de cultura.
Seguiremos con nuestros programas radiales:
1) LA SEMANA –
Periódico Radial. Por ZP 12 Radio Carlos Antonio López. Sábados de 12 a 15
horas.
2) COODEÑE AVANZA –
Educación: Cooperativismo. Por la radioemisora PATRIA SOÑADA. Sábados de 9.00 a
10 horas.
3) TEMAS DIVERSOS –
Jueves de 16..00 a 17.00 horas. Por radioemisora PATRIA SOÑADA. Dedicado el
programa a personas de la tercera edad. ( PRIEXU . UNP )
4) UN MOMENTO CON LA
HISTORIA. Lunes a Viernes 13,15 hs. Por Radio UNIVERSIDAD. Capítulos de la Historia de nuestra Patria.
Son episodios completos sin utilizar el procedimiento “Cronológico-Progresivo”.
No duran más de 12 minutos y la bibliografía utilizada se apoyan en los
Anuarios y Publicaciones de la Academia Paraguaya de la Historia.
Un saludo
cordial, acompañado de los mejores deseos de Ventura y Dicha.
LA SEMANA
– PRODUCCION
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