Es un juego que protagonizan dos entidades que representan a
la expresión más genuina, por la popularidad, a dos países vecinos y hermanos,
que superan los déficits históricos y actitudes, de las cúpulas, que fomentan
la división..
Al cultivar el chauvinismo alientan una rivalidad estúpida.
No se trata del Paraguay contra Argentina. Se trata como dijimos al comenzar la
nota del divertimiento y emoción que nos van a regalar, permitiéndonos ser
protagonistas, con nuestros gritos de aprobación, nuestro aplauso, nuestra
emoción. Por qué vamos a vivir intensamente la jornada, Intensa y racionalmente.
En nuestra hinchada y en la otra habrán los fanáticos
poseídos de la irracionalidad y hasta drogados. Si están cerca nuestro, tolerar
su descontrol y no enfrentarlos.
La mayoría son hombres y mujeres, argentinos y paraguayos
que van a ver y vivir el espectáculo. Brindemos nuestra cordialidad a los
boquenses. Con nobleza cierta y fraternidad sentida. Ttenemos que asumir que en
el futbol se gana o se pierde, sin ser el mejor o el peor. Es un juego, como
tal, la suerte tiene mucho que ver en los resultados. Eso de: “vencer o morir”
dejemos para la historia. Honremos a quienes nos honraron y nos siguen honrando
como deportistas, por todo el mundo, No
mezclemos el recuerdo de quien escribió una página de la historia, aceptando la
muerte con el nombre de la Patria en los labios.-
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