Cerro Porteño está en los cuartos de final de la Copa Total
Sudamericana. Eliminó al último campeón de este torneo. El Ciclón exteriorizó
una gran personalidad para igualar a un tanto con Lanús y de esa manera aseguró
su pasaporte a la otra fase.
El planteamiento del técnico Leonardo Astrada tuvo sus
frutos. Vino a jugar de igual a igual a uno de los mejores equipos de la
Argentina. Realizó lo que menos le gustó al rival: La presión.
El trabajo elaborado por el Ciclón fue impecable y esta
clasificación es producto de un gran trabajo colectivo.
Cerro Porteño tuvo un arranque brillante. Óscar Romero
utilizó la rapidez y la genialidad para dejar mudo al estadio Néstor Díaz
Pérez. El azulgrana intentó dar un pase a Daniel Güiza, pero este no pudo
llegar al balón y entonces el propio Romero fue a pelear por la pelota, le ganó
a Diego Branghieri, y definió con clase, de zurda. Sorpresa en Lanús.
La presión que impuso el Ciclón hizo que le robara
protagonismo al adversario, que se sintió acorralado y no pudo realizar más de
dos pases.
El planteamiento inteligente del azulgrana produjo su
efecto, pues le puso nervioso al rival, que no pudo realizar el juego
acostumbrado de local.
Cerro se quedó un poco después del segundo cuarto de hora y
esa situación permitió que Lanús, más bien con mucho amor propio que con buen
fútbol, fuese adelante en busca de la paridad.
El que tuvo la mejor opción para el empate fue Santiago
Silva, quien en el área chica envió el pelotazo a las gradas.
Braghieri tuvo cargo de culpa y se llevó un balón que
posteriormente colocó a un costado para blanquearse con la hinchada del Granate
y consigo mismo.
Cerro Porteño aguantó bien la presión en Lanús,
especialmente en la etapa complementaria. El Granate se jugó el todo por el
todo y después ya dejó atrás las estrategias y más bien buscó el desnivel con
el carácter de varios de sus integrantes.
DOS MÁS. El Ciclón tuvo la posibilidad de aumentar la
ventaja. Primero fue el español Daniel Güiza el que envió un taponazo, pero lo
encontró bien ubicado al portero Agustín Marchesín, quien respondió con
solvencia.
A esa altura las tapadas de Diego Barreto también ya se
constituyeron en gravitantes ante el asedio de los locales.
José Ortigoza igualmente pudo aumentar la diferencia, pero
su derechazo pegó en el poste derecho del guardameta de Lanús. Rodolfo Gamarra
también casi anota el segundo para el azulgrana que en ese momento encontraba
desnuda a una defensa que únicamente pensaba en el arco cubierto por Barreto.
Fuente: http://www.ultimahora.com/golpeo-entrada-n840615.html
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