Monseñor José Vicente Conejero, Obispo de Formosa, en documento leído durante la misa de celebración del Día de la Virgen del Carmen, Patrona de Formosa, expresó: “Consideramos que no es lícito hipotecar la vida y la salud de generaciones futuras de formoseños, como tampoco su medio ambiente, en aras de lo que consideramos un supuesto progreso, una provocación al medio ambiente y un riesgo permanente”
“Reafirmamos que las
generaciones que nos sucedan tienen derecho a recibir un mundo habitable y no
un planeta con aire contaminado”.
“Seamos custodios de
la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del
otro y guardianes del medio ambiente. No dejemos que los signos de destrucción
y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro” “…optamos por una
Formosa libre de energía nuclear, tal como los prescribe nuestra Constitución
Provincial y la Ley Ecológica y Ambiental”.
En total contradicción con la posición
oficial de la Santa Sede, explicitada a través de las palabras del Cardenal
Renato Raffaele Martino y de Monseñor Ettore Balestrero, el Obispo de Formosa
en verdad mira a la energía nuclear con las anteojeras del más profundo
prejuicio ideológico, identificándola con la destrucción y muerte con un
lenguaje propio de tiempos medievales.
Así, se conforma una visión oscurantista de la ciencia y la
tecnología nuclear, campo fértil para sembrar miedos y fantasmas de los cuales
solamente podremos librarnos con su completa eliminación. Una nueva
Inquisición. El desprecio por el conocimiento y la razón.
Cuán lejano se ubica el Obispo de Formosa de aquellas
palabras “con la mirada de la
inteligencia, la racionalidad humana y de la ciencia, acompañadas del ejercicio
sabio de la prudencia” para el empleo de la energía nuclear.
He estado viviendo y trabajando por más de cuarenta años en
el Centro Atómico Bariloche de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y puedo
dar fe que en este sitio, donde se realizan investigaciones y desarrollos entre
otras en temáticas nucleares, no se ha afectado la vida, ni la salud, ni el
ambiente.
Enclavado en un Parque Nacional que contiene de los más
bellos e incontaminados paisajes del planeta, con sus ríos y lagos de aguas
puras, y que sigue siendo lugar deseado de visita para gentes de todas partes,
nuestro centro atómico coexiste armoniosamente con esa naturaleza desde hace
más de sesenta años.
Porque lo que hay que decir en verdad, es que el eventual
problema no es una ciencia o una tecnología, sino el ser humano. Formosa no va
a ser un ápice mejor si fuera “libre de energía nuclear”, sería como es ahora,
con sus virtudes y defectos. Humildemente me pregunto, respetuosamente pregunto,
no son éstos los verdaderos temas sobre los cuales el Pastor debería meditar y
arrojar luz?
O pensará ese Pastor que diciéndole a sus feligreses
“Dioxitek: No Gracias” precisamente en la Misa de celebración del Día de la
Virgen del Carmen, nuestra Patrona, los está orientando por el camino de la
Vida y del Amor en lugar de darse cuenta que está contaminando un espacio y un
momento sagrado con su sesgada con su sesgada visión sobre una instalación que
es parte de nuestro sistema nuclear?
Fuente:
http://www.noticiasformosa.com.ar/2014/07/17/dioxitek-rolando-granada-le-contesta-al-documento-de-la-iglesia/
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