Ángel de alas blancas
que silencioso recorre los nosocomios
hoy mis versos vuelan hacia ti,
bienaventurado querubín
donde el milagro del Señor reposa.
Eres como agua bendita
de donde bebe el sediento
con tu calidez refrescas el alma convaleciente
cuando pasiva te busca clamando de ti consuelo.
Dios quiso que conocieras el límite de la vida y la muerte
y puso dentro de tu alma vida, sentimiento y arte
vigor para tu paciente, sentimiento al dolor ajeno
y arte para recibir el milagro de la semilla al nacer.
Dios bendiga tu noble y sublime apostolado,
tu sabiduría da vida al suspiro
y tus alas blancas recogen el dolor
la aflicción adormeces con amor.
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