El drama de ser asegurado del IPS
Ojalá que el proyecto de Alianza Público-Privada, niña
bonita del presidente Cartes, no sea como el archiconocido IPS, una institución
que es parte del estado y parte de los trabajadores y patronales aportantes
para el servicio de la salud y la seguridad social. En estos días estoy
sufriendo en carne propia su ineficiencia. Primero solicité el servicio en
Ciudad del Este, lugar donde trabajo y vivo. Mi diagnóstico es bastante grave:
cáncer en el recto. Pero como es una ciudad del interior, IPS de Ciudad del
Este no tiene infraestructura para tratar esta enfermedad, a pesar de que solo
la Itaipú Binacional, que se encuentra en la zona, aporta unos 2.000.000 de
dólares mensuales.
A raíz de esta situación, me traslado al Hospital Central
de IPS. Allí, para consultar, aunque llegues medio muerto, se debe solicitar
turno a través del call center, sistema que nunca funciona. Una vez hecha la
consulta, después de tres días, el médico que agarró tu caso solicita las
pruebas necesarias para diagnosticar la situación de la enfermedad. En mi caso,
teniendo en cuenta siempre la gravedad, me dieron los siguientes turnos:
ecografía dentro de 8 días, ecocardiograma dentro de quince días, resonancia
magnética en 22 días.
El proctólogo te deriva al oncólogo luego de ocho días, y
comienza otro vía crucis para los exámenes que este solicitará. Ojalá que en mi
caso comiencen pronto la radioterapia y la quimioterapia para apaciguar el
dolor y, ojalá los políticos se preocupen tanto por la salud de sus votantes,
así como se preocupan por el salario de sus empleadas domésticas.
Ruego a Dios que salvaguarde mi salud y mi vida, porque
evidentemente dependiendo de IPS, si no existieran los milagros, la gran
mayoría de los asegurados no viviremos para contar otras historias.
Sin ahondar en detalles, espero que las autoridades del
nuevo rumbo, hagan algo para mejorar esta paupérrima situación por la que
pasamos los asegurados.
Inocencio Fernández
Escrache a Cartes
Me parece bien que los docentes en Pilar escrachen al
Presidente, que no significa que esté de acuerdo con la huelga que perjudica a
nuestros estudiantes. De esta manera aplican una dosis de realidad a nuestros
mandatarios a quienes normalmente se los recibe con alfombra roja, se les paga
avión privado, guardaespaldas, secretarias, vehículos blindados y son
agasajados con banquetes suntuosos. Nuestro presidente así como sus ministros,
diputados, senadores, y otros próceres de la nada deben entender que en nuestro
país el sistema esta basado en el democrático representativo donde el pueblo es
el mandante, que tiene derecho a manifestarse contra aquellos que dicen que les
representan. Es perentorio que surja como iniciativa ciudadana el proyecto de
desbloqueo total de las listas cerradas, del referéndum revocatorio de manera a
hacerlos cesar en sus cargos a aquellos que representan solo sus intereses.
Asimismo, debe entender que el pueblo exige y merece
respeto. Acá no rige una monarquía, no se puede tratar como rey a Cartes y a
nuestros diputados como “princesos”. Cartes debe entender que la figura del
“patrón” no funciona en una democracia, que las instituciones y otros Poderes
del Estado no están sometidas a la “obediencia debida” y que es vergonzoso que
públicamente “reprenda y exija” a un Diputado que apruebe una ley de alianza publica
privada. Si pretende seguir así le sugiero que consulte al exobispo libidinoso
como terminó al pretender desafiar al Congreso y a las instituciones del
Estado.
Cartes no puede ser “valiente” con los humildes
“maestros” descontándoles sus magros salarios y en contrapartida premiar a
aduaneros con nuevos cargos a fin de seguir “brindando” con whiskies etiqueta
azul y disfrutar de sus “mansiones y estancias”.
Tampoco puede pretender erigirse en dictador en nuestro
país, mientras que al mismo tiempo aparece como un “lacayo” ante Nicolas Maduro
con quien ya se abraza y va al Brasil donde es recibido por Dilma con honores
militares y “reprendido” sin honores, dejando a nuestra República en una
difícil situación como si fuésemos una colonia de los bolivarianos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario